viernes, 5 de abril de 2013
Consejos de Cultivo
Orientada hacia el norte en el hemisferio sur y hacia el sur en el hemisferio norte; en espacio o área bien ventilada y a pleno sol, que no reciba la sombra de árboles ni de construcciones en forma permanente y en lo posible nunca. Que el suelo sea bueno y lo más plano posible y exista disponibilidad de abundante agua para riego.
Elegido el lugar donde se tendrá la huerta, es aconsejable hacer previamente un diseño en papel, definiendo las distintas zonas de cultivo (canteros) y los senderos o caminos interiores, que además sirven para delimitar. Si la huerta va ha ser permanente, los senderos principales pueden ser hechos elevados sobre el nivel del terreno con materiales de construcción (ladrillo, piedras, hormigón, etc.) o bien con tierra apisonada. También diseñar, si se quiere y puede, el sistema de riego ubicando en el plano las cañerías principales y secundarias de manera tal que se cubra toda la superficie de plantación.
Debe construirse una cerca perimetral con una puerta de acceso suficientemente amplia como para pasar una carretilla. El cerco debe ser lo suficientemente alto y fuerte como para evitar la entrada de animales, pero debe dejar pasar el aire y la luz (alambre tejido, reja, etc.). Para evitar la invasión de malezas rastreras circundantes, conviene que tenga, en todo su perímetro, una barrera que sobresalga 15 o 20 cm., la que puede hacerse enterrando parcialmente ladrillos, tejas, baldosas, etc.
cantidades aproximadas
Posteriormente a la cosecha, deberá preparar nuevamente el suelo para una nueva siembra, pero ya no será necesario trabajar tanto como la primera vez. Solo remueva la capa superficial con pala, azada, horquilla, etc. de manera tal que la tierra se esponje; agregue abono y rastrille para mezclarlo, al mismo tiempo elimine raíces grandes y malezas y rompa los terrones. Si va a sembrar semillas en forma directa, conviene mantener la tierra abonada en reposo y con humedad unos 10 días para que el abono se degrade; si va ha trasplantar plantines desde almácigo, puede hacerlo a la semana, y si los plantines son con pan de tierra ( de macetas, bandeja de cultivo, etc.), puede hacerlo de inmediato.
Recomendaciones de Riego:
Control de Insectos con preparados caseros
Siembra en almácigos
Puede hacerse sobre el suelo, pero es mejor utilizar un recipiente transportable que puede ser cualquier caja o recipiente impermeable al que le haremos un drenaje y que tenga una profundidad mínima de unos 15 cm. y un tamaño adecuado a la cantidad de semillas que deseemos sembrar (ver cosas útiles). Cualquiera sea la elección, debe permitir ser tapado transitoriamente con una lámina de vidrio o plástico, no recibir la luz directa del sol y estar protegido de la acción de insectos, moluscos y pájaros. Como recipiente también pueden utilizarse bandejas de cultivo multilóculo en cantidad y tamaño adecuado al de las semillas que deseamos plantar. Este método es muy ventajoso y las bandejas se pueden reutilizar varias veces.
Es dependiente de la especie que vamos a sembrar, pero por lo general sirve el formado por una mezcla en partes iguales de: tierra negra - turba o mantillo - arena fina. Efectuar la mezcla de los componentes, agregar un abono, tamizar todo, colocar en un recipiente, regar y dejar unos días para que germinen las semillas que puedan preexistir. Arrancar los yuyos y re-mezclar bien. Este sustrato se colocará en la "caja" del almácigo o en los huecos de las bandejas de cultivo, reservando una pequeña cantidad para tapar las semillas.
El sustrato debe quedar siempre por debajo del borde del recipiente. Debe estar bien húmedo, pero no empapado. Alisar la superficie presionando suavemente con algo plano. Si las semillas son muy pequeñas esparcirlas de manera muy homogénea en toda la superficie del almácigo y si su tamaño lo permite, sembrarlas en líneas separadas unas de otras aproximadamente 1,0 cm. o más dependiendo de la planta. En bandeja de cultivo llenar los huecos, quitar los excedentes y colocar, en lo posible, 2 o 3 semillas por lóculo. En ambos casos cubrir las semillas con una capa de sustrato aplicado con un cernidor, zaranda o colador. Esta será muy delgada si son semillas muy pequeñas (conejitos, apio, etc.), y algo mas gruesa si son semillas más grandes (tomate, berenjena, zinnias, etc.). Se trata de cubrirlas someramente. Las semillas grandes pueden ser introducidas directamente sin necesidad de cobertura. Regar con un pulverizador para humedecer la cobertura. Cubrir con lámina de vidrio o plástico, dejando un pequeño espacio para ventilación y tapar sobre el vidrio con cualquier material no transparente con capacidad de aislación térmica (telgopor, cartón corrugado, paja, etc.).
Mantener el sustrato siempre húmedo. Regar por inmersión parcial del almácigo en otro recipiente con agua, o por pulverizado superficial, o bien por ambos. Mantener la temperatura apropiada para la germinación de la semilla de forma constante (ver semillas y siembra). Muchas veces es necesario colocar el almácigo en ambiente calefaccionado o a la inversa procurarle una zona más fresca. Controlar diariamente la evolución. Inmediatamente de germinadas las semillas, destapar durante el día para permitir el paso de luz, pero mantener el vidrio o plástico; recién se sacará cuando las plantitas estén bien formadas y robustas. Regular la altura para que las hojas nunca rocen el vidrio. Cuando las plantas han alcanzado a tener un desarrollo suficiente, por lo general unos 3 o 4 pares de hojas, llevar el almácigo paulatinamente al aire libre para que se adapten al cambio. Proteger del viento y regar con más frecuencia.
Algunos consejos
1. Nunca comprar semillas que en el sobre o recipiente no tengan claramente impresa la fecha de producción y/o la fecha de validez (vencimiento), ni tampoco cuando el envase evidencie malas condiciones de conservación.
2. Es más conveniente comprar semillas que se venden por su peso en gramos, en lugar de comprar los clásicos "sobres de semillas". Entre 1 y 10 gramos, dependiendo de la especie, alcanzan y sobran para una huerta doméstica. Adquirirlas preferentemente en las semillerías en que se proveen los productores de hortalizas (quinteros). Estas semillas por lo general son siempre frescas y de buena calidad.
3. Para los residentes en Argentina les recomiendo las semillas que entrega gratuitamente el INTA en su programa Pro-Huerta. Son producidas por FECOAGRO en San Juan. Estas semillas son de buena calidad y de especies aclimatadas para nuestro país. Averigua en tu zona en la agencia del INTA más próxima.
4. Resulta conveniente cosechar nuestras propias semillas de algunas especies comunes dejando madurar bien algunas plantas o frutos; por ejemplo: cucurbitaceas como zapallos, zapallitos, etc. pepinos, tomates, acelga, albahaca, perejil, apio, cebollas, chauchas, etc. y casi todas las florales comunes. Si la semilla que sembramos es un híbrido, muy común por ejemplo en las de algunas variedades de pimientos y muchas florales, no confiar en las semillas producidas ya que pueden no tener las mismas características de la planta madre.
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